En 1974 el radiotelescopio gigante de Arecibo, en Puerto Rico, emitió un mensaje codificado de 1.679 bits hacia el cúmulo globular M13, a unos 25.100 años luz. En este corto mensaje los científicos crearon una malla reticular de 23 × 73 que representaba la localización de nuestro sistema solar y contenía una ilustración de seres humanos y algunas formulas químicas. (Debido a las grandes distancias implicadas, la fecha más temprana para recibir una respuesta del espacio exterior sería unos 52.174 años a partir de ahora.)