Boyer investigó a los fang de Camerún, quienes creen…   … que las brujas tienen un órgano extra interno similar a un animal que vuela por la noche y arruina los cultivos de otras personas o envenena su sangre. También se dice que a veces esas brujas se reúnen en enormes banquetes, donde devoran a sus víctimas y planean futuros ataques. Muchos te dirán que un amigo o el amigo de un amigo realmente vio a las brujas volando sobre el pueblo por la noche, sentadas en una hoja de banano y arrojando dardos mágicos a diversas víctimas confiadas.   Boyer continúa con una anécdota personal:   Estaba mencionando esto y otros exotismos durante una cena en una de las facultades de Cambridge cuando uno de nuestros invitados, un prominente teólogo de Cambridge, se giró hacia mí y me dijo: «Esto es lo que hace que la antropología sea tan fascinante y a la vez tan difícil. Tienes que explicar cómo la gente puede creer en ese sinsentido». Lo que me dejó atónito. La conversación ya había cambiado, antes de que yo pudiera encontrar una respuesta adecuada —hacia algo que tenía que ver con calderos y cazuelas.   Asumiendo que el teólogo de Cambridge era un cristiano importante, probablemente creyera alguna combinación de lo siguiente:   • En el tiempo de sus ancestros, un hombre nace de una madre virgen sin que intervenga un padre biológico. • El mismo hombre sin padre grita a un amigo suyo llamado Lázaro, muerto hacía tiempo suficiente como para que hediera, y Lázaro vuelve rápidamente a la vida. • El propio hombre sin padre vuelve a la vida tras haber sido muerto y enterrado durante tres días. • Cuarenta días después, el hombre sin padre sube a la cima de una colina y desaparece corpóreamente en el cielo. • Si murmuras pensamientos privados en tu cabeza, el hombre sin padre y su «Padre» (que también es Él mismo) oirá tus pensamientos y puede actuar según ellos. Simultáneamente, es capaz de oír los pensamientos de todo el resto del mundo. • Si haces algo malo, o algo bueno, el mismo hombre sin padre lo ve todo, incluso aunque nadie más lo vea. Puedes ser recompensado o castigado en función de ello, incluso después de tu muerte. • La virginal madre del hombre sin padre nunca murió, sino que «ascendió» corpóreamente al cielo. • El pan y el vino, si se bendicen por un sacerdote (que tiene que tener testículos), «se convierten» en el cuerpo y en la sangre del hombre sin padre.   Qué haría con este conjunto de creencias un antropólogo objetivo cuando estuviera en su trabajo en Cambridge.