Pero prefiero no llamarme religioso a mí mismo porque esto puede inducir a error. Puede despistar destructivamente porque, para la gran mayoría de las personas, «religión» implica «sobrenatural». Carl Sagan lo define bien: «… si por “Dios” solo nos referimos al conjunto de leyes físicas que gobiernan el Universo, claramente ese Dios existe. Este Dios es emocionalmente insatisfactorio… no tiene mucho sentido rezar a la Ley de la Gravedad».