—Cuando se ha degustado una vez la belleza del arte, la vida cambia. Cuando has oído cantar al coro Monteverdi la vida cambia. Cuando has visto a Vermeer de cerca, la vida cambia; cuando has leído a Proust, ya no eres el mismo. Lo que no sé es por qué. —Escríbelo. —Somos casualidades. —¿Qué? —Era más fácil que no hubiéramos sido; en cambio somos.